Rudy intenta anotar ante un bloqueo de un jugador culé. fotografía marca.com |
Jornada 32 de la Liga Endesa ACB. Partido disputado en el Palau Blaugrana de Barcelona. 10 de mayo. 18:00 horas. Asistencia: 7.002 espectadores.
Un Madrid timorato y reservón se dejó apabullar por el Barcelona a 6 días de la Final Four de Milán. Con Abrines y Papanikolau como estrellas, el Barcelona venció a su eterno rival en un gran partido. Navarro solo jugó 9 minutos. El Madrid, a la deriva en un tercer cuarto para olvidar (encajó un parcial de 30-18), debe tomar buena nota de la agresividad blaugrana. Nuevamente, como ya hicieron Valencia en ACB y Olympiacos en Euroliga, el Barcelona fundió los plomos del Madrid a base de faltas (27, por 14 de los blancos). Horroroso partido de Rudy y Carroll (-4 de valoración para ambos). El mallorquín cayó en la trampa de las provocaciones locales y fue expulsado con 2 técnicas en el tercer cuarto.
El Real Madrid se presentaba en el Palau Blaugrana con 15 victorias en 15 encuentros como visitante esta temporada en la ACB. Con Felipe Reyes de baja por molestias en la cadera y a 6 días de la semifinal de Milán, no tenía mucho que ganar, sólo el prestigio y romper una racha de 7 años sin vencer en liga regular en Barcelona. Tendrá que esperar un año más.
El Barcelona domina desde el principio
Un Barcelona más necesitado, por jugar en casa y por levantar la moral (había perdido los tres partidos jugados contra los blancos esta temporada), comenzó muy enchufado el partido y con 8 puntos de Ante Tomic en la pintura se despegó pronto en el marcador (12-4, min. 5).
Al Madrid le costaba un mundo encestar y jugaba muy blando atrás, permitiendo canastas fáciles para los interiores del Barcelona. El Barcelona dominaba el rebote y su defensa de ayudas era excelente. Así que los de Xavi Pascual, hipermotivados y notando las carencias del rival, fueron a hacer sangre y así conseguir la máxima ventaja posible. Lo hicieron a falta de 2 minutos para el final del primer cuarto, cuando el marcador era claro y meridiano: 19-5. El Madrid, con Llull como único referente en ataque (Rudy estaba siendo muy bien defendido), llegó al final del primer cuarto perdiendo por 11, 21-10.
Un taponazo de Marcus Slaughter a Nachbar pareció despertar algo al Real al comienzo del segundo acto, pero otros 4 puntos seguidos de Tomic (se fue al descanso con 12 puntos y 3 rebotes) dejaron la ventaja como estaba: 25-12 (min.2). El Barcelona, siguiendo el ejemplo de Olympiacos en Euroliga, copiado a su vez por Valencia en el partido de Madrid, hacía muchas faltas sin importarle que sus exteriores se llenaran de personales. Todo por no consentir una transición limpia del Madrid. Una nota positiva para los blancos dentro del mal partido que estaban haciendo era que Dani Díez defendía muy bien a Navarro y le dejaba solo en 3 puntos al descanso.
Un lance del Barça- Madrid. fotografía as.com |
El Madrid siempre a remolque
Sergio Rodríguez tomó las riendas de los ataques del Real y, con 6 puntos, junto con otros 6 del griego Bourousis metió algo de miedo a los locales. Miedo que fue máximo, cuando con un triple de Carroll tras un robo de balón el Madrid le acercó a 8 puntos con 6 minutos por jugar (33-25). El Madrid dio la vuelta al factor rebote (de hecho acabó ganando esta lucha por 43 a 38 capturas) y con buenos minutos de Slaugher pareció meterse en el partido. Fue un espejismo.
Pascual pidió tiempo y elevó el tono defensivo de los suyos, algo cansados por el esfuerzo de su defensa de ayudas. El Barcelona mantuvo la ventaja al descanso, 42-32, con un Madrid muy fallón en el triple (2 de 14). El juego interior del Barcelona, con Tomic, Nachbar y Lorbek estaba siendo clave. También, los buenos minutos de Pullen y Abrines. Por el Madrid, con Rudy bien parado y Mirotic difuminado como en los últimos partidos, solo “los Sergios” estaban jugando como acostumbran.
La hecatombe para el Madrid llegó en el tercer cuarto y con los actores blaugranas menos previsibles. Abrines y Papanikolau (ver para creer) se convirtieron en Pippen y Jordan por una tarde. El Real no comenzó mal, con Mirotic anotando por fin en el juego que le caracteriza y parando a Tomic (no volvió a anotar el croata en la segunda parte, bien parado por Mejri). Y, curiosamente, este hecho fue el que mató al Madrid. Cerrándose tanto sobre él, dejó demasiado solo a Abrines, al que incomprensiblemente, flotaron más de una vez. Como consecuencia, el alero mallorquín anotó 15 puntos en el cuarto, sacó de sus casillas a Rudy (eliminado por dos técnicas) y cercenó las esperanzas blancas.
Lo de Rudy, evidentemente estudiado por el estratega Pascual, fue de manual. Continuas provocaciones de Dorsey, Nachbar, Tomic y Abrines iban minando al alero internacional. En cualquier penetración del mallorquín recibía un palo de más, un empujón a destiempo o alguna que otra palabra. La gota que colmó el vaso fue una flagrante falta de Dorsey no pitada (pisó a Rudy delante del árbitro). Casi a continuación, Abrines le taponó y se encaró de mala manera con él. Rudy había caído en la trampa. En la siguiente acción, Slaughter empujó a Abrines y las protestas a los árbitros de Rudy le supusieron dos técnicas seguidas. A la calle. "El Barcelona ha ido a sacarme del partido" diría en los vestuarios Rudy Fernández, quien debe aprender que este baloncesto también cuenta.
El Madrid se hunde en 6 minutos
Con la moral hundida, del 47-40 del minuto 2 al 70-45 del minuto 8 el Madrid se fue del partido. Laso destacaría en sala de prensa que la expulsión de Rudy fue clave. Se dejó zarandear por un rival que se gustaba y que le encajó un parcial brutal de 23-5. El Barcelona hacía faltas constantes, pegaba, chocaba y luchaba. El Madrid, sin Rudy y huérfano de la raza de Reyes, se vino abajo. Al final del tercer cuarto, con Abrines convertido en MVP por la algarada culé, el Barcelona dominaba 72-50. El partido estaba acabado con 10 minutos por jugar. La cara de Laso, todo un poema, al igual que la del gran capitán merengue, Felipe Reyes. La imagen del Madrid había sido paupérrima, bajando los brazos ante los golpes del rival.
En el último cuarto, el Madrid maquilló algo el marcador, después de rozar la treintena de desventaja (76-50, min. 2). Los de Laso terminaron el partido con un penoso porcentaje de 3 (6 de 22) y 30 tiros libres intentados (para convertir solo 21). Con Mirotic, Sergio Llull y Sergio Rodríguez tirando del carro, dejó la ventaja barcelonista en 11 puntos al final, 86-75. Papanikolau, con 18 puntos y 12 rebotes y Abrines, con 20 puntos en 16 minutos fueron los héroes locales. Por el Madrid, Mirotic, con 19 puntos y 22 de valoración y Sergio Llull y Sergio Rodríguez, ambos con 13, salvaron la cara un Madrid irreconocible en muchos minutos del partido.
Laso habrá tomado buena nota para el partido vital que afrontarán los suyos en 6 días. El Madrid ha permitido que el rival de esa “final” de Milán se inyecte moral en grandes dosis. Un error que puede ser decisivo aunque el Madrid tiene crédito de sobra para devolver golpe por golpe. Rudy ya estará poniendo la foto de Abrines en la taquilla del vestuario.
Barcelona (21+21+30+14): Huertas (6), Oleson (5), Papanikolau (18), Lorbek (6), Tomic (12) —cinco inicial—, Dorsey (-), Navarro (3), Abrines (20), Nachbar (6) y Pullen (10).
Real Madrid (10+22+18+25): Llull (13), Rudy Fernández (4), Darden (2), Mirotic (19), Bourousis (9) —cinco inicial—, Sergio Rodríguez (13), Mejri (5), Slaughter (4), Díez (3) y Carroll (3).
Árbitros: Martín Bertrán, Peruga y Pérez Niz. Expulsaron a Rudy Fernández del Real Madrid (minuto 27) tras dos técnicas.
Gabriel
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