EL RINCÓN DEL PEÑISTA / LOS DESVELOS DE UN PRESIDENTE

Gerardo en la sede de la Peña.

Tras recibir el correo en el que nuestro presidente y amigo Gerardo me comunicaba que no podía organizar los viajes a la final de la Champions como a él le hubiese gustado debido a que el club no le había proporcionado entradas para poder hacerlo (como me imagino que al resto de Peñas ¿?) y qué al final los iba a organizar para todos aquellos que tuviesen ya entrada en su poder y en colaboración con una agencia, pensé en escribir un articulo sobre el desgaste que supone ser presidente de una Peña, en especial de la nuestra que es la que conozco. No os podéis imaginar como noté a Gerardo anímicamente por no poder complacer a todos aquellos que durante la temporada han estado apoyando al equipo en los desplazamientos por Europa, como me imagino que también le gustaría hacerlo con el resto, ya que todos no nos podemos permitir hacer esos viajes, pero se que él especialmente quería corresponder con esa gente que ha viajado en los desplazamientos que ha organizado este año la Peña y que en el partido más importante no van a poder hacerlo. Luego pensé qué quizá alguno me lo podía interpretar como peloteo al presi o el ir buscando una entrada de ultima hora, pues como podréis ver en algunos comentarios que aquí dejan algunos hay gente mal pensada y muy retorcida (y qué no se me de nadie por aludido), y pensé dejarlo para pasada la final. Pero visto todos los mensajes de apoyo que muchos de los afectados habéis mandado dando ánimos a Gerardo, me habéis animado a mí a escribir estas lineas.

Puede que en determinados momentos resulte muy chulo ser presidente de una Peña del Madrid (también de otros equipos), pero detrás de esos momentos, como alguna vez que te inviten al Palco de Honor, el privilegio de asistir algún acto con los jugadores o alguna que otra cosa más, hay muchísimas horas de trabajo que uno le quita a sus horas de ocio y a su familia. Yo comencé a viajar con La Gran Familia en el año 96, y desde entonces fui conociendo poco a poco a Gerardo y demás componentes de la Peña hasta pasar a ser socio y miembro activo de ella. Gerardo como todo el mundo tiene sus virtudes y defectos, pero es un tío cabal en lo que hace. Se desvive por la Peña hasta el punto que en ocasiones la propia Sole (su mujer) me ha dicho en petit comité que le iba a costar la salud (espero que esta confesión no te moleste que la haga publica Presi). Organizar un viaje como los que organiza la Peña lleva un trabajo logístico impresionante, que aunque sea la agencia la que pone los medios, Gerardo se implica a fondo en buscar los mejores hoteles, en visitar los mejores lugares, en si se visitan países ya visitados procurar no repetir rutas y un sin fin de cosas que no os podéis imaginar. Y luego el tema entradas en los grandes partidos como el que ahora se nos presenta. El club en ocasiones tiene muy poco tacto con las Peñas (se que en esto también el Presi es cuidadoso y no le gusta ser muy critico) y les da igual que una Peña como la nuestra haya estado durante más de 25 años siguiendo al equipo por España y Europa, porque ahora son muchas, o más bien digamos algunas las que lo hacen, pero no hace tanto era La Gran Familia la única que llevaba el estandarte del madridismo por Europa, y eso tenia un principal nombre y apellido, Gerardo Tocino.

Por eso os quiero dar las gracias a todos los que en vez de mosquearos por no poder ir a la final, o seguir haciendo preguntas que a donde van las entradas (cosa que el que sea socio lo puede preguntar directamente al club), os habeis preocupado de animar a Gerardo, él cual os puedo asegurar que está muy tocado, y que ha hecho lo posible y lo imposible por que todos pudiésemos estar en Lisboa, y que no tengo duda que si de aquí al 24 aún puede hacer algo, la hará.

A tí Presi, mucho animo, eres el alma de ésta Peña y lo vas a seguir siendo, y nadie pone en duda que has hecho todo y más por sacar adelante el viaje a Lisboa con todos los que a lo largo de la temporada han viajado con la Peña, pero lo que no está de tu mano, no puede ser, por mucho empeño que tú hayas puesto.

Un abrazo amigo.


Antonio Armero Rodríguez