TODO A CAMBIO DE NADA

Se acercan las semifinales de la Champions League y aquí me encuentro. No entiendo por qué no creemos en nuestro equipo. Nadie tiene las esperanzas que teníamos en otras ocasiones, han desaparecido. Dicen que nos enfrentamos al mejor conjunto del mundo, que no hay posibilidades, que si las hay son mínimas. Pero, ¿quién necesita posibilidades?, ¿quién necesita que las apuestas estén a su favor?

Yo por mi parte solo necesito la posibilidad de demostrar mi fidelidad a una idea, mi amor a unos  colores. Sé que quienes leéis esto formáis de alguna manera parte de nuestra Gran Familia, y se por tanto que compartiréis mi pensamiento muchos de vosotros.

De pequeño, y según he ido creciendo y madurando, me han enseñado que el fútbol va más lejos del rectángulo de cal que limita el césped, jamás será eso de once contra once detrás de un balón. He entendido que el sueño no es jugar en el Real Madrid, el sueño es vibrar por el Real Madrid. Por eso ansío que lleguen estas semifinales, ansío las lagrimas de la victoria tanto como las de la derrota. Solo quiero sentir otra vez esa pasión que te hará dar todo a cambio de nada. El fútbol somos nosotros, y el resultado será lo de menos porque no conozco fuera más grande que la madridista.

Por todo esto y por mucho merchandising que hagan desde Munich, el Bayern no es nuestra bestia negra, porque nosotros no perdemos, no sumamos puntos ni pasamos eliminatorias, solo años defendiendo un mismo escudo. Muchos de vosotros sumáis más del doble de años que yo defendiendo al Real, mas años que ningún jugador haya vestido la camiseta blanca. La bestia somos nosotros porque no nos daremos por vencidos en toda una vida.

¿Nunca habéis sentido esa necesidad de perder y perder partidos, solo para poder sufrir y vibrar más aun por nuestro equipo? Tenemos la suerte de que nos ha tocado ser del mejor equipo de la historia, de estar tan acostumbrados a ganar y ganar. Oigo constantemente decir eso de que debemos exigirles ganarlo todo por las cantidades que cobran. Pues yo con vuestro permiso os exijo a vosotros que creáis y que sigáis fieles como siempre, que somos más importantes que cualquier jugador. Que llevéis vuestra bufanda y la ondeéis durante todo el encuentro para que el mundo entero sepa de qué color eres. Que no se trata de tener posibilidades, que el equipo luche o haga lo que quiera, que nosotros no vamos a ser los que fallen.

Por último, y tras aburriros con este romanticismo que todos llevamos por dentro de una u otra manera quiero invitar a confiar más que nunca en este conjunto de jugadores. Sé que tras la victoria en Copa los ánimos están más altos, la presión es algo menor. Pero hay que sentirse favoritos. Durante toda mi vida he oído hablar sobre el Madrid de los cincuenta, sobre el gran Madrid de Don Santiago Bernabéu, sobre el Madrid del miedo escénico con Juanito, Santillana o Camacho, sobre la Quinta Del Buitre, pero nunca lo viví. He llegado a vivir la enorme pasión de Raúl o Hierro. Pero desde entonces y nunca en otra ocasión había visto con mis propios ojos un Real Madrid que muriese en el campo. Y puedo decir que ahora si lo veo, veo jugadores implicados, que han aprendido lo que es el esfuerzo, y veo un entrenador orgulloso de una plantilla que pelea.

El miedo escénico somos nosotros, la bestia del mundo entero somos nosotros. Podremos perder o vencer, pero la meta es llegar a sentirnos de nuevo orgullosos. Real Madrid no me falles, que yo nunca te he fallado.

Víctor García Fuentes

Nota del Blog:
Como responsable del Blog quiero en primer lugar dar las gracias a Víctor por ser el primero que atreve a mandar un articulo al Blog, que espero que anime a los demás ha hacerlo.  Luego queria hacer referencia al titulo que Víctor ha dado al articulo, ya que no se si ha sido casual o no, pues es una frase que nos dice muchas veces nuestro Presi Gerardo y que a él le dijo en su día el gran Santiago Bernabéu. Efectivamente, todo a cambio de nada. Es lo con la mentalidad que debemos de acudir los aficionados que sentimos unos colores al estadio. Como dice Víctor los jugadores pasan, pero el escudo y nosotros seguimos ahí, apoyando a esos colores y a ese escudo, y a ellos, a los que saltan al terreno de juego, les pedimos que hagan lo mismo, pero siendo nosotros los primeros que pongamos nuestra parte, porque nuestro juego está en la grada, mandándoles fuerzas para que ellos hagan la parte que les corresponde en el terreno de juego. Dicen que la unión hace la fuerza, y con esa unión nos vamos a comer a los alemanes del Bayern, y luego en Lisboa a quien corresponda.

Antonio Armero Rodríguez