ETERNO RAÚL; QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA...

Raúl el día de su debut en La Romareda.

Que veinte años no es nada… , así reza la letra de un famoso tango, y es cierto que parece que fue ayer cuando un imberbe de 17 años debutaba en La Romareda con el primer equipo del Real Madrid.

Nunca he sido mucho de idolatrías, pero si es cierto que a lo largo de mi vida de madridista he tenido mis preferidos desde mi más tierna infancia. De mis primeros años como merengue recuerdo con especial devoción a Pirri, un gran capitán que era todo pundonor defendiendo nuestro escudo. Otro de mis favoritos fue Carlos Santillana. ¿Quién de los viejos madridistas no recuerda los vuelos del santanderino para rematar un balón que colgaba del imaginario techo del Bernabéu?. Juanito, Butragueño y Zidane pueden ser los otros tres por los que haya sentido esa gran predilección, aunque luego hay una larga lista de jugadores muy admirados por mi, pero que están en un escalón más bajo que la idolatría. Raúl González Blanco está entre los primeros.

Empezó a llamar ya la atención en el Real Madrid C por su gran capacidad goleadora, aunque ya en su estancia en la cantera del eterno rival destacó por su facilidad goleadora. Era un jugador espigado, pero con muy poca masa muscular. Yo que tenia la suerte de coincidir con él casi a diario, ya que trabajaba frente a su casa en la Colonia Marconi doy fe de ello.  Dio el salto al Castilla, y casi sin tiempo de hacerse al equipo castillista entrenado en aquel entonces por Rafa Benítez, Valdano le hace debutar frente al Real Zaragoza un 29 de octubre de 1994. Ese día con el dorsal 17 Raúl está fallón ante Cedrún, apesar de intentarlo una y otra vez y tener varias ocasiones de gol. En la siguiente jornada el argentino sigue confiando en el canterano y en esta ocasión Raúl está de dulce. Asistencia, penalti cometido sobre él y gol, y todo esto frente su exequipo, el Atléti.

El día de su debut en el Santiago Bernabéu frente al Atlético

El resto ya lo conocéis todos. 16 temporadas vestido de blanco, 741 partidos oficiales, 323 goles, 6 Ligas, 4 Supercopas de España, 3 Champions, 2 Copas Intercontinentales y 1 Supercopa de Europa.

A nivel individual consiguió en dos ocasiones el Trofeo Pichichi (1999 y 2001), Máximo goleador de la Champions en 2000 y 2001, Bota de Bronce en 1999 y 2001, Balón de Plata al segundo mejor jugador del año en Europa 2001, Máximo goleador de la historia de las competiciones oficiales de clubes de la UEFA 2011, entre otros muchos galardones.

Con la Selección Española jugó 122 partidos y marcó 44 goles. Participando en tres Mundiales y 2 Eurocopas.

Quizá no tuvo la salida más deseada del que terminó siendo el club de sus amores, ya que en su infancia era un colchonero recalcitrante, pero supo aprender a querer al club que le lanzó a la fama y fue (es) tan madridista qué el que más. Decidió continuar su aventura futbolística en Alemania, en concreto en el Schalke, en donde no tardó en ganarse el cariño y la admiración de sus compañeros y aficionados. Dos temporadas le bastaron para convertirse en ídolo de la afición del Schalke, 98 partidos y 40 goles, pero sobre todo su entrega y su carisma. El homenaje que le brindó el conjunto alemán y su afición debió causar sonrojo a más de uno por el Paseo de La Castellana.

Raúl alza los brazos al cielo del Bernabéu para celebrar un gol el día de su homenaje.

De Alemania a Qatar para jugar en el Al-Sadd otras dos temporadas, y 61 partidos y otros 16 goles con los que engordar un envidiable palmares.

Pero como el 7 no descansa, ahora su próximo destino es Nueva York y el famoso Cosmos por el que pasaron ilustres como Pele o Beckenbauer. Allí, además de jugar dicen que se hará cargo de las categorías inferiores del club neoyorkino. Seguro que será una experiencia única para los chavales.

Mientras, en Madrid, le seguiremos esperando. Suerte en tú nueva aventura Rulo.

Antonio Armero Rodríguez